sábado, 29 de septiembre de 2007

EQUILIBRIO


Editorial del Información Jerez de hoy:


"Cinismo y responsabilidad en los contratos municipales


Justificar una serie de rescisiones de contrato siempre es complicado, especialmente porque detrás de cada caso hay un grave problema familiar. Sin embargo, en la decisión municipal tomada en el seno de la Gerencia Municipal de Urbanismo se trata únicamente de la crónica de una muerte anunciada, ya que se sabía que era algo que iba a suceder porque las arcas del Ayuntamiento no pueden soportar la actual carga de empleados que tiene, máxime cuando muchos de ellos entraron no por una necesidad real sino en pleno proceso electoral y con el claro objetivo de obtener fidelidades políticas más que cubrir unas vacantes necesarias.
Es fácil caer en este tipo de cuestiones en una demagogia barata y hablar de que se incrementará el paro, de persecuciones políticas, de “terrorismo” o compararlo con otras contrataciones recientes, sobre todo porque cuando se firmaban estas contrataciones con toda impunidad nadie levantaba la voz para denunciarlo, especialmente por miedo a quien las ordenaba.
Sin embargo, ahora, parece que existe vía libre para atacar a quienes únicamente están intentando adecuar la plantilla municipal a sus necesidades reales y a la situación económica del Ayuntamiento.
Los tiempos en los que el principal objetivo de todo jerezano era que se le ‘enchufara’ en el Consistorio han terminado, porque no es factible que sus arcas deban seguir pagando los caprichos o favores de algunos políticos, sean del color que sean, y porque el motor de la ciudad debe ser la iniciativa privada (con la ayuda de las administraciones) y no sólo el ente municipal.
Rescindir contratos no es una labor grata para nadie, pero tampoco le es grato a toda la sociedad jerezana pensar que un enchufado político ya deba ser fijo de por vida en el Ayuntamiento para no enfadar a los sindicatos, sobre todo sabiendo que su sueldo lo pagan los ciudadanos.
Si los responsables sindicales no querían que se hubiera dado esta situación lo que deberían haber hecho en su momento es ejercer con responsabilidad su labor y haber denunciado las contrataciones que se hacían indiscriminadamente. Pero entonces se callaron y ahora se rasgan las vestiduras indignados, y con un alto grado de cinismo, porque se tenga que hacer lo que en su momento nadie fue capaz de impedir."