martes, 23 de septiembre de 2008

ANTE UN NUEVO ATAQUE PERSONAL CONTRA LA ALCALDESA




De nuevo la 'basurilla'
Francisco Benito / Secretario De Organización Del PSOE-A De Jerez

A la envidia, y al odio, generalmente, los pintan de amarillo, pero el artículo que firmaba ayer Juan Román en este diario aparecía en negro sobre blanco. Son las cosas del papel prensa, que necesita algún tiempo para tornar a ese color que se le pondría al señor Román cuando leyó la entrevista que El País mantuvo con la alcaldesa, Pilar Sánchez, publicada el pasado día 15, y que tan poca gracia le ha hecho.


Destila el articulito la envidia y el odio que habitualmente rezuman las manifestaciones del señor Román contra Pilar Sánchez, sentimientos que nada tienen que ver con el ejercicio de la crítica política. Lo que nos lleva a muchos a preguntarnos las razones de tal desorden emocional, y a respondernos que quizá se deba a cuestiones igualmente ajenas a la función pública en democracia: la pérdida de privilegios, de intereses… Quizá.


¿Qué le pasa al señor Román? Cualquier observador imparcial se asombra de la manía persecutoria que caracteriza su estrategia opositora, que evidencia una enfermiza obsesión personal contra Pilar Sánchez, a la que intenta ¿desacreditar? con permanentes alusiones a su vida privada, a las fotos que le hacen los periodistas gráficos en ejercicio de su trabajo, o a sus viajes. En definitiva, la "basurilla", en palabras del portavoz del Gobierno local.


¿Qué busca el señor Román? Es penosamente habitual en los políticos venidos a menos -o a nada- el recurso al amarillismo, a la ofensa personal y a la insidia en un intento de hacerse notar cuando ya nadie nota su presencia. Los bebés lloran, los niños dan patadas en las espinillas, los perros ladran, y los políticos acabados insultan.


¿Para qué sirve el señor Román? Nadie alcanza a comprender en qué ayuda a Jerez autoproclamándose biógrafo no oficial de Pilar Sánchez, censurando que vaya a los toros, o negándole el derecho a denunciar la prevalencia de actitudes machistas como las que él mismo ejerce con entusiasmo contra la alcaldesa, aunque sé que el señor Román me puede amenazar con los tribunales por decir esto. Él puede llamar mentirosa a la alcaldesa, pero nadie puede criticar sus actitudes machistas.


Sostiene el portavoz andalucista que Pilar Sánchez se reinventa su pasado, del mismo modo que quiere reinventar todo lo que hizo el PSA (se referirá también al PA y al PAP, supongo) durante sus largos años de mandato en Jerez.


¿Reinventar el pasado? Probablemente, el biógrafo no oficial de Pilar Sánchez sería el primer interesado en que hiciera tal cosa, pero la tozudez de los hechos impide que ni siquiera la alcaldesa pueda reinventar el desastre que dejaron tras de sí los gobiernos de los compañeros de Román. Lo único que la alcaldesa puede hacer y está haciendo no es, por tanto, reinventar el pasado, sino arreglar sus efectos.


Y sí, es verdad, entremedias la alcaldesa hace viajes de trabajo, y seguramente alguno privado, para que el señor Román se pueda dedicar a una de sus actividades favoritas: la crónica del corazón. O más bien, dado el talante y carácter peculiar del personaje, la crónica del hígado, cuyo maltrato genera en la cara un enfermizo color amarillo, igualito al de la envidia.


¿Nacido para calumniar?